Analogía del templo.

1.    Todos los seres  vivos tendrán vida, en este manantial de nunca acabar.

 El salmo habla de la ciudad, es decir de la morada celestial, de la felicidad eterna.

El mismo Dios es el que consagra la morada es decir el templo lugar y casa de la Divinidad.

San pablo habla de gran cimiento que es Jesucristo en el cual está fundada la doctrina, y construida la Iglesia.

1.1 Templo del Espíritu Santo.

San Pablo elabora una teología más profunda, no solo hablar del templo material sino del templo espiritual. Más allá de la doctrina neo-platónica dice que: «el cuerpo es el templo del Espíritu Santo».

1.2 Al decir que somos templos del Espíritu Santo, estamos diciendo que Dios habita en nosotros. Y que el mismo ha querido que nuestra existencia sea el verdadero culto a Dios.

2.   Dios nos elige como templo.

Dios nos llama a una vocación, por eso el nos elige, e igual que el templo necesita limpieza, el alma «necesita la confesión para vivir mejor y en gracia de Dios».

La mejor forma de nutrir el templo Espiritual en la vivencia de los sacramentos, para de esta manera configurarse con Cristo.

3. Piedras vivas.

En la oración colecta decíamos: “Señor, Tú que edificas al templo de la gloria con piedras vivas y elegidas, multiplicar es tu Iglesia los dones del Espíritu Santo a fin de que tu pueblo crezca siempre para edificación de la Jerusalén Celeste”.

3.1  Cuando hablamos que somos piedras vivas, nos referimos que todo cristiano se debe comprometer con la Iglesia, es decir como misionero que ayuda a dinamizar el pueblo de Dios. Por lo tanto debemos ser templos de Cristo.

3.2  ¿Deseas encontrar el templo limpio? Hay una necesidad urgente de conversión para que limpia nuestra alma de todo pecado. De esta manera arrepentida de nuestra vida pasada, busquemos siempre nuestro propio bien y la salvación de las almas.

3.3  Cada ser humano debe cuidar su santuario es decir su corazón, el que cuida su corazón, cuida la totalidad de su propio ser. ¡Es en el corazón del hombre donde nace lo bueno y lo malo!

4. La vida que es el templo convertida en un mercado.

A veces nuestro templo esta convertido en vivencia de pecado, es decir que va en contra de lo que debe ser nuestra vida, como lugar y encuentro con Dios es decir vivir en santidad.

4.1  El desorden de nuestra vida, nuestra falta de voluntad para hacer el bien, nuestros pecados de omisión, y los pecados capitales hacen que nuestra vida sea todo un lugar de mercado, es decir incoherencia en el vivir.

5. Más allá del pecado esta la gracia.

Precisamente quisiera tomar el catecismo de la Iglesia católica numeral 2000 que expone este tema de una forma breve:

La gracia santificante es un don habitual, una disposición estable y sobrenatural que perfecciona el alma para hacerla capaz de vivir con Dios, de obrar por su amor. Se debe distinguir entre la gracia habitual, disposición permanente para vivir y obrar según la vocación divina, y las gracias actuales, que designas las intervenciones divinas en el origen de la conversión o en curso de la obra de la santificación.

Finalmente la gracia es una palabra clave en la teología, y solo la «gracia» purifica todo. Por otro lado, ya se ha vuelto popular la frase que dice: «Donde abundo el pecado sobreabundo la gracia». Hay que creer en la conversión y en la misericordia, pero sin abusar es decir no justificar el pecado, sino tener recta intención y deseos de superación en todas las dimensiones de la persona humana.

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Tu amigo de siempre DIEGO GARCÍA.

Diego Fernando García Ochoa.