Breaking

Saludos, para todos los pensadores serios.


__________________________________________________________________________________

 

Bienvenidos a esta página web 

Haz click para donar colabora con esta web

____________________________________________________________________________________    


Lo último de blogs

__________________________________________________________________                               

Juan Carlos Monedero:  Sobre Ramos                     

_______________________________________________________________________________ 


 Las ultimas entradas de esta web  

 ________________________________________________________________

domingo, 26 de octubre de 2014

Renunciar a la Verdad es letal para la Fe. Benedicto XVI


Tras una semana de la finalización del Sínodo de Familia es interesante volver la vista atrás, para hacer balance y sacar conclusiones. El Papa Francisco ha señalado las tentaciones que ha detectado durante el proceso:

La tentación del endurecimiento hostil, esto es el querer cerrarse dentro de lo escrito (la letra) y no dejarse sorprender por Dios, por el Dios de las sorpresas (el espíritu); dentro de la ley, dentro de la certeza de lo que conocemos y no de lo que debemos todavía aprender y alcanzar. Es la tentación de los celosos, de los escrupulosos, de los apresurados, de los así llamados "tradicionalistas" y también de los intelectualistas.

La tentación del “buenismo” destructivo, que en nombre de una misericordia engañosa venda las heridas sin primero curarlas y medicarlas; que trata los síntomas y no las causa ni las raíces. Es la tentación de los "buenistas", de los temerosos y también de los así llamados “progresistas y liberalistas”.

La tentación de transformar la piedra en pan para terminar el largo ayuno, pesado y doloroso (Cf. Lc 4, 1-4) y también de transformar el pan en piedra, y tirarla contra los pecadores, los débiles y los enfermos (Cf. Jn 8,7) de transformarla en “fardos insoportables” (Lc 10,27).

La tentación de descender de la cruz para contentar a la gente, y no permanecer, para cumplir la voluntad del Padre; de ceder al espíritu mundano en vez de purificarlo e inclinarlo al Espíritu de Dios.

La tentación de descuidar el “depositum fidei”, considerándose no custodios, sino propietarios y patrones, o por otra parte, la tentación de descuidar la realidad utilizando ¡una lengua minuciosa y un lenguaje pomposo para decir tantas cosas y no decir nada!

En estos días he leído multitud de análisis que se centran en uno o dos, de estas tentaciones, olvidando las demás. Podemos resumir las tentaciones en la tentación de ajustar la praxis eclesial, a las diferentes sensibilidades y carismas que poseemos. Es decir, la tentación de convertir la Iglesia en la iglesita de mis deseos. Desde quienes se cierran en la letra vacía de vida, hasta quienes desechan la santidad como única solución a nuestros sufrimientos.


El fin de la Iglesia es misionar y proclamar el Evangelio, dentro y fuera de sí misma. Todos necesitamos conversión, tanto si estamos integrados en la Iglesia, como si estamos alejados o fuera de ella. El fin último de cada uno de nosotros, es que el Señor nos haga santos a través de su Gracia. Por ello la misión es esencial como Iglesia y la Verdad es la luz que nos guía en el camino. (Seguir leyendo)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Espero comentarios adjuntos en alguna de las entradas de mi página web, preguntas cortas e interesantes, en el formulario de este portal o por correo electrónico. Las interpretaciones que se den a esta exposición: clara, concisa, profunda y precisa no es responsabilidad de Diego García; sino de la persona que escribe la critica positiva o negativa, no se responde por daños o perjuicios que se causaran por dichas notas.

No hemos podido validar su suscripción.
Se ha realizado su suscripción.

Recibe el libro: “INTRODUCCION A LA FILOSOFÍA”