Siempre estamos acostumbrados a relacionar la luz y la oscuridad como lo antagónico entre el bien y el mal. Sin embargo la cultura contemporánea nos viene llevando al relativismo y no estamos ni en la luz y ni en la oscuridad y nos vamos acomodando según la circunstancias. Así como estamos en un cuarto grande donde vamos acomodándonos apagando la luz según nuestra conveniencia y comodidad.
De la misma forma lo hacemos en la vida espiritual hay muchos que dicen que son cristianos católicos pero no están de acuerdo con todo lo que dice la Iglesia y que se van acomodando según su propia comodidad.
El Señor dijo que lo que seguimos al Señor somos la luz del mundo y eso debemos ser en la sociedad a través de nuestro ejemplo de vida y muchos de nosotros tenemos miedo de mostrar nuestros valores católicos en cualquier ámbito de la vida.
El Señor dice en su palabra que escupirá a los tibios, no se puede ser un “cristiano a media luz” porque le estamos haciendo daño a nosotros mismos porque no disfrutamos de una vida plena y nos dejamos llevar por un mundo que te ilusiona con una falsa felicidad. El ser tibio te llevara a perderte de las bendiciones del Señor.
Muchas veces la tibieza espiritual se produce por el desconocimiento de la palabra de Dios, muchas veces solo nos reducimos con ir a la misa y cumplir con uno y otro compromiso en el año litúrgico y nada más. Nosotros los católicos debemos tener sed del conocimiento del Señor y llevar a la práctica su palabra.
Es una lástima ver a muchos políticos ahora en coyuntura de elecciones presidenciales llamarse católico y hablar de temas como el aborto con un total desconocimiento de los valores cristianos que dan pena.
Hermano recordemos que somos la luz del mundo y somos los encargados de llevar la buena nueva, asumamos nuestra responsabilidad y nos dejemos llevar por el mundo del relativismo de valores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Espero comentarios adjuntos en alguna de las entradas de mi página web, preguntas cortas e interesantes, en el formulario de este portal o por correo electrónico. Las interpretaciones que se den a esta exposición: clara, concisa, profunda y precisa no es responsabilidad de Diego García; sino de la persona que escribe la critica positiva o negativa, no se responde por daños o perjuicios que se causaran por dichas notas.