Testigo de la Esperanza

Me fascina cuando la vida, por no decir Dios mismo, nos muestra de manera sencilla, diría que espontánea, que la última palabra no la tienen el dolor o el fracaso.

Disfruten esta bella historia que muestra que la Esperanza aparece de manera inadvertida, pero que cuando llega, no se vuelve a ir.

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Comparto contigo un poco de mi vida, porque si has sufrido quiero decirte que sí hay solución y sí es posible vivir una vida plena.

Soy mujer y madre, y desde muy pequeña, como a otras y otros nos ha sucedido me guardé secretos, sufrí y mucho, fui abusada y siento que he vivido muy sola. Si no te ha pasado, te digo que debes sentirte afortunada(o), pues es un dolor muy grande y muy limitante, al punto de no desear más vivir.

No sirve de nada preguntarse el por qué a una niña le sucede algo así o buscar culpables, eso no se resuelve así de fácil, pues hoy todavía no le hallo sentido.

Todos cargamos con nuestros problemas, ya sean grandes o pequeños y parecen una maleta pesada que nos jala hacia atrás, que no nos deja avanzar, algo de lo cual no somos muy conscientes.

Gracias a Dios, a mis 31 años mi maleta se volvió más liviana, siendo bautizada católica admito que por mucho tiempo estuve alejada de Dios, aún cuando en medio de mis tristezas él nunca se alejó de mí. Encontrarlo de nuevo, reconocerme como hija suya y entregarle todo mi dolor fue la mejor decisión de mi vida, porque hoy puedo decir que Jesús aquél que se sacrificó por nosotros, lo sigue haciendo aún hoy cargando mi dolor y me siento diferente, hoy puedo decir que me siento feliz de vivir el regalo de la vida.

Miro hacia atrás y no siento odio, ni vergüenza. Mi agradecimiento es eterno y aunque siempre tendré problemas, tengo fe en Dios y para mí es lo más importante.

Por eso te digo de todo corazón, que no pierdas la esperanza, porque sí es posible ser feliz, es mi derecho y lo reclamo con Dios de la mano. Más siento un profundo deseo de que otros como yo, se den una oportunidad, la oportunidad de reconocer a Dios y de experimentar cómo la vida de cada uno encaja, tan cual la hemos vivido. No me quejo de lo que me pasó, digo con orgullo que gracias a Dios lo superé y tengo la dicha de empezar de nuevo.

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La vida es maravillosa !!!

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